Iván Costa, investigador de la UVigo hizo su estudio en el marco del doctorado del Campus Auga, en concreto en el programa «Auga, Sustentabilidade e Desenvolvemento». El objetivo general de este trabajo fue la busca de procesos de biorrefinería eficaces en subproductos de la castaña para la obtención de biomoléculas con aplicación en el campo alimentario.
La tesis, titulada Application of the circular economy in the chestnut production cycle, estuvo dirigida desde la Facultade de Ciencias por los catedráticos José Manuel Domínguez y Nelson Pérez. Fue realizada bajo el amparo del proyecto Innobiorresiduos (en el que participó un consorcio de empresas como Extraco, Galaicontrol, Betanzos HB, Soutos Sativa, Indutec Ingenieros, Renga Enerxía, Ingenieros SLU y las universidades de Vigo y Santiago de Compostela).
Residuos o subproductos: ingredientes valorizables
Costa, doctor por la Universidade de Vigo, egresado en Ciencias Ambientais y con el Máster en Ciencia e Tecnoloxía Agroalimentaria e Ambiental comenta que para reducir la contaminación ambiental, el aprovechamiento adecuado de la biomasa lignocelulósica surge como una alternativa a las fuentes no renovables, debido a su abundancia y composición rica en polisacáridos y lignina, que la convierten en una excelente opción para generar productos de valor añadido, como biocombustibles, biocompuestos y bioenergía. En este contexto, añade, «las biorrefinerías son las plataformas en las que se transforma esta biomasa lignocelulósica para obtener productos de valor añadido».
En su trabajo, el investigador del Grupo BiotecnIA (Biotecnoloxía Industrial e Enxeñaría Ambiental) escogió como biomasa de estudio la del castaño (Castanea sativa), «un cultivo ampliamente distribuido en Europa, principalmente en los países mediterráneos, siendo España uno de los mayores productores europeos, y en particular destacando Galicia», donde es «fuente de empleo y recursos económicos». En este sentido, apunta Iván Costa, varios subproductos resultantes del procesado de la castaña (hojas, poda, cáscaras y erizos) «son candidatos de alto potencial para ser utilizados en un proceso de biorrefinería y obtener compuestos de alto valor añadido debido a su disponibilidad y bajo coste». En particular, detalla, los erizos de castaña «son un subproducto poco explotado que se genera en grandes cantidades, ya que su producción puede superar entre 2,5 y 3 veces la producción de carne de castaña». Teniendo en cuenta que la producción mundial de castañas supera los dos millones de toneladas anuales, indica el investigador, estos erizos se presentan como un candidato susceptible de ser valorizado mediante procesos de biorrefinería.